Se acercan las vacaciones de verano y comienzan los planes, si es que ya no están definidos.
¿Se viene? ¿Se queda? Son muchas las opciones que tenemos las personas que convivimos con animales de compañía para hacer frente a vacaciones o imprevistos que nos obliguen a estar fuera de casa unos días.
Si decidimos que nos acompañe en las vacaciones deberá ser porque tanto el viaje como el destino son aptos para compartir y disfrutar en su compañía.
Nadie mejor que tú sabe que normalmente es feliz allá donde vayas, donde pueda acompañarte, pero también es cierto que pueden surgir planes en los que no sea recomendable o posible que nos acompañe.
Imagina, por ejemplo, una noche de San Juan, en la playa, con mucha gente, música y pirotecnia. ¿No se sentiría mejor en la tranquilidad de un hotel, guardería o en compañía de un canguro? Tú no te pierdes la oportunidad de disfrutar y con la total tranquilidad de que está tranquilamente disfrutando de un espacio seguro.
Si el destino o el viaje no son lo más aconsejable para su compañía, las opciones «jugando en casa» suelen ser mayores porque, además de los profesionales, también puede existir la posibilidad de algún familiar o persona de confianza con la que se pueda quedar mientras disfrutas de tus vacaciones.
Sean como sean el destino y experiencias planeadas ¡el abandono jamás es una opción!
Si llegó a tu vida es porque tú lo decidiste y, por tanto, es tu responsabilidad cuidar de su bienestar.
Por favor ¡no engroses las tremendas cifras que nos sitúan en el país con más abandonos!
Si por algún motivo ya no puedes hacerte cargo de su bienestar existen opciones, opciones que le permitan disfrutar de la vida que se merece sin pasar por el trauma de un/otro abandono.
Recuerda «Él nunca lo haría»